Torpedo 1972

En 1972, los lectores son testigos del ansiado retorno de un personaje icónico, traído de la mano del talentoso Enrique Sánchez Abulí, acompañado por el magistral dibujo de Eduardo Risso. La narrativa está impregnada de un aire nostálgico que revive la esencia de tiempos pasados, donde los encuentros y desencuentros marcan el ritmo de una historia intensa y envolvente.

La obra se desarrolla en un contexto donde la intriga y la acción se entrelazan, creando un manto de tensión que captura la atención del lector página tras página. Los personajes, aunque familiares, presentan nuevas dimensiones y conflictos que mantienen al público expectante ante cada giro inesperado.

A través de un estilo visual audaz y una trama rica en simbolismo, los autores logran trasladar al lector a un universo lleno de matices, donde la pérdida, el amor y la redención juegan un papel fundamental. Este retorno no solo honra el legado del personaje, sino que también lo reinventa para nuevas generaciones, asegurando su lugar en la historia del cómic.